Un poco de historia. Noviembre año 1999

EXCURSION DE JUVENILES A BUSTARVIEJO


Eran las nueve de una mañana fría y lluviosa, Madrid amanecía un 25 de noviembre con niebla, pero eso no fue óbice para que los Juveniles llenaran tres autobuses y se pusieran rumbo a la sierra madrileña, concretamente al pueblo de Bustarviejo, cercano a la Cabrera.
Todo lo que significa la palabra invasión fue lo que tuvieron que pensar los habitantes de este tranquilo pueblo de 3000 habitantes, no en vano 150 niños gritaban, corrían, saltaban,etc, por sus calles.
Según llegamos al pueblo, nos reunimos en la Plaza del Ayuntamiento, donde muy amablemente el Alcalde nos obsequió con guías de la zona, posters y panfletos acerca del entorno de Bustarviejo.
Y, a continuación, comenzaron los juegos organizados por la Parroquia de San Fulgencio y San Bernardo, nos dividimos en dos explanadas diferentes para jugar al pañuelo, en versión de dos (a caballo), de tres (a sillita de la reina) y de cuatro (en cuadriga), lamentablemente las caídas en los charcos no pudieron ser evitadas, también jugamos al balón prisionero y al narrow.
Después de estos primeros lances del juego, a las 13:00 horas, nos dirigimos a la Iglesia, donde celebramos la Eucaristía, presidida por D. Santos Montoya, Viceconsiliario Diocesano.
Llegó el turno de la comida y posteriormente lo que iba a marcar la excursión, la búsqueda del Tesoro, aunque se hizo mucho más fácil encontrar el tesoro que alguno de los jueces, una prueba marcada por la dureza de las calles del pueblo, que hizo que más de un educador se planteara el cambio de su compromiso apostólico.
La Busqueda se desarrolló por Parroquias, y la ganó la parroquia del Cristo del Amparo, que se había motivado de manera extraordinaria para derrotar a los siempre triunfadores en estas lides, San Fulgencio.
Nos juntamos de casi todos los sitios de Madrid, La Concha, San Fulgencio, Cristo de la Victoria, Cristo del Amparo, San Emilio, Delicias, Santa Casilda, La Moraleja. Las Rozas, San Germán y Bustarviejo, y fue una gozada encontrarnos todos juntos viviendo las mismas experiencias que nos reunen en nuestras parroquias todas las semanas.