jueves, marzo 02, 2006

PEPIS WALLACE, LA HISTORIA DE UN MITO


"...en el campo de batalla, el adversario es numéricamente superior. Siempre en estas condiciones nos hemos encontrado los desdichados hijos de Escocia. Nuestras armas no son tan relucientes y cuidadas como las de nuestro mortal enemigo inglés, y no poseemos caballería pesada. He oído que Longshanks ha conseguido derrotar al impresionante ejército francés gracias a sus arqueros y sus tropas de a pie, lo que hace mermar nuestras esperanzas de victoria. Nuestros nobles, en vez de pelearse por tierras y señoríos, se han unido esta vez para ayudarnos en nuestra cruzada. Y mientras medito todo esto en la llanura de Stirling, veo a mis compañeros con la cara pintada al estilo de nuestro pueblo desde tiempos inmemoriales cuyo fin es infundir un terror sin igual al enemigo, de forma que nos pueda proporcionar algo de ventaja...."
Wallace, Granada 2006



Debo decir que cuando conocí a P. Wallace estaba en la gran villanía de Ntra Sra de Los Dolores. Al igual que en la película, cuando se fue (luego me enteré de que había sido exiliado al señorío de S. Ful y S. Ber) yo pensé "no es digno de ser un escocés". Pero al poco tiempo, me tuve que comer mis propias palabras, porque yo mismo me exilié al feudo de La Concha.

Hasta nuestro reencuentro en las cántabras tierras de Sobrepeña, allá por 1997, no había vuelto a tener noticias de él. Fue en esos terrenos del norte donde descubrí sus avanzadillas para incordiar a Longshanks, mediante la utilización de pequeños zorros bien adiestreados procedentes de Cerceda. Nada menos que tuvieron la osadía de penetrar en su castillo y destruir sus preciadas alpargatas de esparto del Año Cero. Nunca se me olvidará la noche en que Wallace fichó a estos 2 pequeños espías y tuvo que quedarse apostado frente a su fortaleza durante más de una hora, esperando a que el 3º niño que estaba con ellos se durmiera de una puñetera vez.

El siguiente encuentro ya fue en Turienzo de los Caballeros. La tarea era larga, porque eran muchos chavales y muy pocos los monitores, pero el terreno prometía. Me perdí el gran montaje que tuvieron allá Wallace, el silente McMax, el irlandés chiflado y McChains, también conocido como McPeter Cadenas, pero fue como si lo hubiera vivido, especialmente cuando me dieron el papel de gastos varios. Allí Wallace, depuró sus técnicas contra Longshanks, como cuando el día en que hacía yo ronda en territorio enemigo, donde dormía el Cremalleras: le descubrí cavando una gran trinchera frente a su mismo tienda-castillo, para que su despertar fuera lo más ruidoso posible. Y allá por Benasque, si el tiempo nos hubiera acompañado, habríamos podido hacer una incursión para eliminar un puente de esas ratas de los Boy Scouts que tuvieron la osadía de acercarse a nuestro territorio. Lady Storm acabó con nuestra diversión, pero le agradecemos sus servicios.

Wallace es capaz de cosas sorprendentes: con los montonetes, puede romperse una costilla o comerse una naranja, y también es especialista junto a McChains de realizar la variante indoor. Le encanta Valladolid, y no le importa hacer flexiones con macuto durante las marchas, aunque le vean todos los niños. Es capaz de engañar a monitoras para que crean que hay líquidos enderezapiquetas o para que hagan tortitas con nata en Hoyo de Pinares. Increpa a los camiones del betis y, aunque él lo niegue, es más merengue que Di Stéfano.

Cuando recuerde más cosas con mi escasa y cuerda memoria, hablaré más de este guerrero amante de la farra y la buena birra.


2 comentarios:

Pepe Gª-Carpintero dijo...

Sólo una cosa. Podré estar de acuerdo en una o varias cosas, o en todas, pero por favor.... PUTA PUCELA SIEMPRE

Anónimo dijo...

PUCELA: CAPITAL DE IMPERIA EN EL QUE NUNCA SE PONE EL SOL (Calos V / Felipe II)